Tic. Mi sombra pisa donde yo lo hago, extrañamente me sigue donde voy; borrando ambos mis huellas, condena impresa sobre la arena. A pesar de no querer (¡desdicha fuerte!), avanzo hacia donde debo ir, siempre pisando donde al querer le duele, siempre donde mi sombra esté; pero a cada paso, Silueta tarda más en juntar su pisada con mi deber. Paro, mirada baja, la veo muy alargada, más de lo que el sol le permitiría ser. Fino hilo nos separa, ella quiere mi querer. Siento que se va a ir, no le interesa mi camino (¿razón ha de tener?). Tac.
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